Las causas de la caída del cabello son múltiples e incluyen factores genéticos (alopecia androgenética), estrés físico y psicológico, desequilibrios hormonales, deficiencias nutricionales (hierro, zinc), enfermedades (tiroides, autoinmunes) y el uso de ciertos medicamentos.
 
También el estilo de vida, como dietas drásticas, fumar y el abuso de alcohol, puede contribuir a la caída del cabello.
En algunos casos, la caída es estacional o está relacionada con tratamientos agresivos para el cabello.
 
Causas principales
Predisposición genética y hormonal:
La alopecia androgenética es la causa más común, relacionada con factores hereditarios y la acción de las hormonas androgénicas sobre los folículos pilosos.
Conocida también como calvicie común, es la forma de pérdida de cabello más extendida, causada por una predisposición genética y la acción de las hormonas androgénicas.
Se manifiesta con un progresivo adelgazamiento del cabello y una reducción de su grosor y cantidad, y puede ser retrasada o ralentizada mediante tratamientos específicos.
La pérdida de cabello puede manifestarse tanto en hombres como en mujeres, a menudo comenzando desde la pubertad, y puede tener un impacto psicológico significativo.
 
Causas de la Caída del Cabello
Predisposición genética:
La causa principal es la herencia, relacionada con la sensibilidad de los folículos pilosos a las hormonas andrógenas.
Hormonas andrógenas:
Una alta producción de andrógenos, como la testosterona y la dihidrotestosterona (DHT), o una sensibilidad excesiva a estas hormonas, lleva a un proceso de miniaturización de los folículos.
Estrés y shock físico:
Eventos estresantes como cirugías, fiebre alta, enfermedades graves o embarazos pueden causar un aumento temporal de la caída del cabello, que generalmente se manifiesta unos meses después del evento.
También el estrés psicológico crónico puede tener un impacto.
Desequilibrios hormonales:
Condiciones como problemas de tiroides, síndrome de ovario poliquístico (SOP) o cambios hormonales relacionados con la menopausia o el embarazo pueden afectar la salud del cabello.
Deficiencias nutricionales:
Una dieta pobre puede llevar a deficiencias de nutrientes esenciales como hierro y zinc, comprometiendo el crecimiento del cabello.
Enfermedades:
Varios problemas de salud, incluidas enfermedades autoinmunes (lupus, alopecia areata) y patologías del cuero cabelludo (como dermatitis seborreica o psoriasis), pueden estar en la raíz de la caída.
Medicamentos:
La ingesta de ciertos medicamentos puede tener como efecto secundario la caída del cabello.
Estilo de vida:
Malos hábitos como fumar, abuso de alcohol y dietas extremas pueden afectar negativamente la salud del cabello.
Factores ambientales y tratamientos:
La exposición a los rayos UV, tratamientos químicos agresivos (como tintes inadecuados) o daños físicos al cabello pueden dañar los folículos.
 
Qué Hacer para Combatir la Caída del Cabello
  • Si se nota una caída de cabello significativa y persistente, se recomienda iniciar de inmediato un tratamiento/cuidado con productos como suplementos alimenticios específicos, así como el uso de champús, lociones y aceites que realizan una acción de apoyo general.
  • Si la caída del cabello persiste, se recomienda consultar a un médico o dermatólogo para un diagnóstico preciso y la exclusión de patologías.
  • Es importante tener una alimentación equilibrada, rica en vitaminas y minerales.
  • Evitar tratamientos para el cabello demasiado agresivos.
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